En Veracruz “no pasa nada”

Punto de Vista/Por Filiberto Vargas Rodríguez.

Prefacio.

A ver: que todavía no se enciendan las luces de alarma. En efecto, Juan Javier Gómez Cazarín no aparece en la relación de Delegados del Bienestar que publicó este jueves el ratificado secretario técnico de los Programas de Bienestar, Carlos Torres Rosas, pero eso puede tener diversas explicaciones. *** Lo que han dicho el propio diputado local y la gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle, es que Cazarín iría a “una delegación” del gobierno federal y que serviría de “enlace” entre la presidente Claudia Sheinbaum y la gobernadora. *** Nunca dijeron que se trataba de la Delegación del Bienestar o, como se le conoce, la “supersecretaría”. *** De hecho las primeras filtraciones sobre el futuro de Gómez Cazarín hacían referencia a la delegación de Gobernación, una oficina que en otros tiempos tuvo un peso importante, pero que en el sexenio de López Obrador se convirtió apenas en una especie de “oficialía de partes”. *** En aquellos trascendidos se hacía la aclaración que dicha oficina “retomaría su fuerza” y que desde ahí se coordinaría la operación de todas las delegaciones federales. *** Otra posibilidad es que, en efecto, Juan Javier Gómez Cazarín sí vaya a la Delegación del Bienestar, pero que le haya hecho a Claudia Sheinbaum la misma petición que dice el gobernador que le hizo: que lo deje entregar su actual encargo. El diputado concluye su responsabilidad el 4 de noviembre. *** Por lo pronto, salvo que en los próximos días suceda algo extraordinario, en esa privilegiada delegación se mantiene Daisy Lludmila Martínez Cámara, quien brincó, el 12 de octubre del 2023, de la dirección regional de Bienestar en Cosoleacaque, a la delegación que una semana antes había dejado Manuel Huerta para ir en busca de un cargo de elección popular.

* * *

Los habitantes de Tuxpan pueden hacer su vida normal, con toda tranquilidad. La balacera fue entre bandas delictivas, por lo que los ciudadanos honestos, las familias de bien, pueden transitar con total seguridad en las pacíficas calles y colonias de ese próspero puerto.

Ya lo dijo nuestro gobernador: no hay psicosis, lo que sucede es que las redes sociales “y los periodistas, por la forma en la que tratan estos temas”, han generado una percepción de alarma que no existe en los hechos.

El mismo gobernador explicó que los disparos que se escucharon la mañana de este jueves en las colonias Jardines e Infonavit Campo Real, fueron producto de un enfrentamiento entre dos grupos delictivos.

“Se trató de un enfrentamiento entre dos células delictivas; una llegó hasta donde estaba la otra y dispararon”.

No tienen de qué preocuparse pues, además, en la mayoría de los casos las balas no atraviesan el blindaje de los vehículos, ni las ventanas protegidas con cristales a prueba de bala, y los escoltas repelerían cualquier ataque.

¿O qué? ¿Acaso el ciudadano común no se mueve con esas medidas de protección?

El afán de minimizar las situaciones de crisis y de pretender que los veracruzanos crean que “no pasa nada”, hace ver al gobernador con su verdadero rostro: insensible al dolor, al miedo, a la preocupación de los ciudadanos a los que él debe proteger desde su investidura.

Él está bien y, por lo tanto, “no pasa nada”.

Apenas el miércoles se registró en aquella misma ciudad -Tuxpan- el “levantón” de tres personas que fueron sacadas por la fuerza de una por un grupo armado. Horas después, este jueves, se registra un prolongado enfrentamiento a tiros entre dos grupos delictivos y ninguno de los múltiples testimonios en video que circulan en las redes sociales, captan la presencia o participación de esas “coordinadas” fuerzas del orden.

Dejan la impresión de que están esperando a que pase la refriega, para ir a contar y levantar los muertos. Esa parece ser la estrategia contra el crimen organizado: “deja que se maten entre ellos; si cae algún inocente, será sólo un daño colateral”.

Ese es el Veracruz incendiado que está dejando Cuitláhuac García.

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Epílogo.

Y mientras las fuerzas coordinadas del orden se trasladaban a Tuxpan, donde “no pasó nada”, muy cerca de ahí, en la comunidad de Casitas, municipio de Tecolutla, fueron asesinados dos hombres y una mujer. *** El martes se reportó la ejecución de cuatro personas en Martínez de la Torre. Al día siguiente, fueron encontrados tres cadáveres con huellas de violencia en la cabecera municipal de Perote. Este jueves tres asesinados más, ahora en Tecolutla. *** Pero el gobierno estatal insiste en que “ha bajado la incidencia delictiva”. ¿Usted les cree?

filivargas@gmail.com

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