Cuitláhuac vive en su mundo de fantasía mientras Nahle se hunde

Prosa Aprisa/Por Arturo Reyes Isidoro.

No está escrito, pero por las numerosas atribuciones que le otorga la Constitución local (Artículo 49), el gobernador es el responsable político del estado.

Por extensión (también una regla no escrita) se convierte en el líder natural de su partido (el formal es el dirigente estatal, pero en Veracruz ahora prácticamente no hay líder).

Por los resultados como se están presentando las cosas en las campañas de su partido para todos los cargos de elección popular, todo indica que no está a la altura de su responsabilidad.

Advierto no solo una falta de liderazgo con y entre la militancia de Morena sino también de experiencia y habilidad suficientes para conducir su movimiento al triunfo, a lo que, sin duda, se aúna su desinterés.

La información que poseo, documentada en diferentes fuentes bien informadas, es que mientras que se divierte, ajeno a los problemas del estado y a la conducción política de su partido, Pepe Yunes ya alcanzó y rebasó a Rocío Nahle.

Armado el rompecabezas con las piezas aparentemente sueltas que se han venido dando, los movimientos que han tenido lugar, como el cambio de posición de las candidaturas de Claudia Tello y Manuel Huerta y las visitas del presidente López Obrador, entre otros, no son gratuitos.

En la Ciudad de México se encendieron las alarmas. El 1 de marzo, hace 11 días, decidieron no esperar más luego de que confirmaron que Claudia Tello está en la lona y va derecho a perder la elección.

Claudia Sheinbaum y Mario Delgado acudieron entonces al único salvavidas que tienen en el estado: Manuel Huerta, para pedirle que los ayudara cediéndole su posición a Tello y pedaleándole él para que les gane a los Yunes y, de paso, para que saque adelante el triunfo de Rocío.

La preocupación y alarma se dan también en el cuartel de Nahle. Ahora sí están reaccionando, aunque, según advierto por mi experiencia, ya está siendo un poco tarde por la inercia ganadora que trae el frente opositor no solo con su candidato a la gubernatura, sino también por sus candidatos al Senado y a las diputaciones federales.

Creo que lo que intentan no es suficiente. Ahora sí voltean al lado mediático para intentar hacer creer al electorado que llevan entre 20 y 30 puntos de ventaja, lo que ya muy pocos creen, pero ellos mismos saben que su candidata está estancada y que PPYu ya tomó la delantera.

Por eso también andan buscando candidatos a diputados locales que, según ellos, les pueden dar muchos votos, aunque no se hayan inscrito para participar, como Bertha Ahued Malpica, directora ejecutiva de El Dictamen, en el puerto de Veracruz, y Antonio Ballesteros Grayeb en Xalapa, actualmente regidor del ayuntamiento.

Pero insisten en realizar las mismas prácticas que ya se comprobó que no dan resultados, como la del acarreo que organizó el sábado Unidos Todos en la capital del estado para apoyar a la candidata a diputada federal Ana Miriam Ferráez, quien también lleva perdida la elección ante Américo Zúñiga, del frente opositor.

Trabajadores de algunas dependencias del gobierno del estado confirmaron al columnista que los estaban “invitando” a participar en la marcha, aunque algunos ya no asistieron, pero la mayoría de los que sí lo hicieron no fueron espontáneos o convencidos, sino obligados.

La propia candidata a la gubernatura, con los porcentajes reales de sus encuestas, está más que convencida que de nada han servido los acarreos de los grupos de Eleazar Guerrero y Zenyazen Escobar, de ahí que haya buscado otros operadores.

Parece que ya se dio cuenta de lo contraproducente de obligar a los trabajadores a ir a mítines y marchas dizque de apoyo, porque, molestos, muestran su rechazo no solo a ella sino a los candidatos de Morena; sabe del rechazo y la molestia debido a que los obligan a que paguen los gastos de su movilización.

Igual, habría comprobado la ineficacia de su operadora de prensa, por lo que ha recurrido a otras personas para que traten de tender puentes con periodistas, lo que ya están intentando, aunque la mayoría, ante el desdén hacia ellos por parte de la candidata, desde hace mucho tiempo atrás decidieron impulsar a Pepe Yunes.

Lo cierto es que con todos los recursos disponibles a su favor, el poder político y el poder económico, los principales, en Morena en Veracruz, cuando todavía no inicia la campaña a la gubernatura, están como si fueran la oposición, luchando por salir adelante, porque la ventaja que tuvieron simple y sencillamente ya no existe.

¿Y el responsable político, quien tras bambalinas debiera estar liderando el avance de su partido y de sus candidatos, articulando toda la estructura ganadora? Divirtiéndose, jugando boliche, en su mundo de fantasía, ajeno a la realidad, a los problemas de Veracruz y a la suerte de los candidatos de su partido.

En su muro de Facebook subió el sábado un video en el que se le ve jugando boliche en Boliche Tiburón, ubicado en el Complejo Leyes de Reforma, de Boca del Río, que recién abrió sus puertas el pasado fin de semana.

El video lo acompañó del texto: “Haciendo pruebas” mientras se le ve tirando la bola, aparte publicó fotos del lugar, como si lo quisiera promocionar, en las que agregó: “Pronto habrá señales y no diré nada…”, a lo que una cibernauta, Gloria Elena Alvarado, le escribió: “Las carreteras en pésimo estado señor gobernador son las mejores señales…”.

Ayer domingo, nuevamente se exhibió en su muro de Facebook jugando beisbol llanero. “En dominguito se nos vino el chipi chipi, pero temprano nos dejó seguir con el partido pendiente con la PMA, SEFIPLAN, Lobos y Chipi Chipi Club; obviamente nos reforzamos con uno que otro ‘caballo’ y los jóvenes y técnicos del bachillerato de beisbol”, presumió. Al texto le pegó varias fotos donde se le ve jugando en diferentes posiciones. Tal parece que el pueblo le paga para que se la pase divirtiendo. Alarma su terrible inconsciencia.

Se supone que como gobernador debiera disponer y poner todo su tiempo, su dedicación y su empeño en servir a Veracruz, hasta el último día de su mandato, pero se advierte que tampoco está consciente del enorme privilegio de gobernar uno de los cinco estados más importantes del país, con tantos recursos que bien podría ser una república independiente.

Por lo que ha venido diciendo se ve que solo se ocupa y preocupa de su futuro personal y ya no ve la hora de dejar la gubernatura, y mientras pasa el rato divirtiéndose: ya anunció que se va en septiembre (ha dicho que no sabe qué va a hacer a partir del 1 de octubre), que adelantará su último informe para agosto (debe ser en noviembre) y que Claudia Sheinbaum ya lo invitó a su gabinete porque está seguro que va a ganar la presidencia.

Tampoco cae en la cuenta de que la mejor forma de promover el voto para su partido es trabajar y dar resultados, para lo que cuenta con todo el poder que da el poder, lo que no hace, dominado por la frivolidad, lo que motiva el rechazo ciudadano a su persona, a su gobierno y a la causa de Morena, y eso explica en parte, o en mucho, el naufragio en que está cayendo Rocío Nahle y demás candidatos guinda, a quienes en nada ayuda y sí perjudica.

Él como jefe político del estado es y será el único responsable de la suerte que corran Sheinbaum, Nahle, Morena y sus candidatos el próximo 2 de junio. Por el espejismo en que vive y su mundo aparte, no se da cuenta que el agua ya la tienen hasta el cuello. Rocío ya se percató y busca y opera con quienes cree que pueden salvar el barco. Casi en dos meses y medio más sabrá y sabremos si lo lograron.

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