Pasan los días y no se sabe nada de los 300 mdp de Winckler; “¿botín de guerra?”
Prosa Aprisa/Por Arturo Reyes Isidoro.
Y para esto, ¿dónde están, dónde quedaron los 300 millones de pesos que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez asegura que tenía escondidos el entonces fiscal Jorge Winckler Ortiz?
“Hoy lo puedo probar, hay pruebas. Los tenía escondidos, no se los llevó, no les dio tiempo”, declaró el 31 de enero en conferencia de prensa sin que nadie le preguntara sobre el tema porque nadie sabía de ese dinero.
Aventuró entonces una sospecha: “… mi presunción es que le dieron recursos para financiar campañas (…) Tenía 300 millones de pesos escondidos”, dijo sin fundar su creencia.
“Ahí estaban, ahí, en la fiscalía, no los ejerció”, siguió, como cuchillito de palo, con un agregado más: expresó que no se pudo interponer denuncia porque el exfiscal no usó el dinero, “entonces no es mal uso”.
Dos días después, mis compañeros reporteros, celosos del cuidado de los dineros del pueblo, tan pronto como se toparon con el secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, le preguntaron qué con ese dinero.
El pozarricense respondió con un “a mí que me registren”. “Nosotros no conocemos. Si hay un recurso ahí se podría revisar”, les contestó, deslindándose así de cualquier responsabilidad.
Desde entonces el gobernador no ha vuelto a decir nada sobre el asunto y no se sabe quién se quedó con el monto, del que necesariamente tuvo que haber sabido la fiscal Verónica Hernández Giádans.
En tanto no se aclare con pruebas el destino que corrió ese recurso y sin que haya una explicación por qué no se denunció ese hallazgo y no se investigó, entonces alguien de adentro mismo del gobierno se lo robó.
Entre los policías, incluidos los agentes ministeriales, cuando proceden a algún cateo se roban y se llevan todo lo que encuentran de valor y a veces se lo reparten o le queda al jefe. Le llaman “botín de guerra”.
Todo indica que las autoridades del gobierno actuaron como unos verdaderos delincuentes disfrazados de policías y se quedaron con ese “botín de guerra”, nada despreciables 300 millones de pesos.
Eso retrata de cuerpo entero a un gobierno que, según, no era igual a los anteriores y que al inicio se daba baños de pureza, de honestidad, y que se presentaba como adalid del combate a la corrupción.
Por lo que declaró Lima, a las arcas oficiales no ingresó el dinero, es decir, no se reintegró al tesoro público que se alimenta con el dinero que los ciudadanos contribuyentes pagan en forma de impuestos.
Se puede afirmar entonces que mientras no aclaren qué pasó con ese dinero, desde el mismo gobierno le robaron a los veracruzanos ese recurso.
Jorge Winckler fue depuesto como fiscal en septiembre de 2019. El gobernador alzó la voz apenas en enero pasado, esto es, poco más de cuatro años después, tiempo en que si lo depositaron en alguna cuenta particular de alguno de ellos (del gobierno), ha de estar “sudando” y debe haber producido ya una millonaria cantidad en intereses.
El exfiscal está preso desde el 25 de julio de 2022, pero acusado de los delitos de secuestro y desaparición forzada. ¿Por qué, en todo caso, no lo acusó la Fiscalía General del Estado de lavado de dinero o de algún delito que se configure por la posesión del dinero que tenía “escondido”?
¿Es que, previsores, los afortunados autores del hallazgo, desde entonces anticiparon su “año de Hidalgo”?
Por fin el Fesapauv defiende a sus agremiados
Ya era tiempo. Luego de más de 30 años de no hacerlo, el sindicato de trabajadores académicos de la Universidad Veracruzana (Fesapauv) suspendió el diálogo con las autoridades de la máxima casa de estudios en la revisión del contrato colectivo de trabajo.
Ayer martes los dirigentes sindicales se levantaron de la mesa de negociación y solicitaron un árbitro, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, para que se haga una adecuada interpretación de los derechos laborales de los académicos.
Y es que, por ejemplo, hay maestros que tienen más de tres semestres y hasta 9 años de estar impartiendo clases y no se les reconocen sus derechos. Aun no se puede hablar de la posibilidad de una huelga porque el emplazamiento está hecho para el 1 de marzo.
Además, en forma inexplicable se están cerrando grupos educativos en diferentes áreas, con lo que aparte de que perjudican a los maestros, dejan a los alumnos a su suerte.
La dirigencia que encabeza Enrique Levet Gorozpe ya dio un paso al frente. A ver si no “negocian” con él en lo oscurito y da marcha atrás.
Alcaldesa de Acayucan da clase de oficio político al gobernador
Así como cité a la exjueza Angélica Sánchez Hernández y a la exdiputada Octavia Ortega Arteaga como mujeres valientes, otra más lo es la alcaldesa de Acayucan, Rosalba Rodríguez Rodríguez, además con oficio político.
Ante el amago de nombrar un Concejo Municipal pidiéndole que renuncie, solo por el hecho de que denunció que la delincuencia organizada se quiere adueñar del control del ayuntamiento, le respondió al gobernador Cuitláhuac García Jiménez con mucha decencia, con altura, con una gran civilidad política e institucional.
Le recordó que ella fue elegida por el pueblo y que va a respetar “la institucionalidad, la investidura del gobernador como hasta el momento lo he hecho”, solicitando que haya diálogo. Cuánta diferencia a la intimidación de que la hizo objeto Cuitláhuac. Ella prácticamente le dio una cachetada con guante blanco. Bien.
¿Sara Ladrón de Guevara, la candidata?
Hicieron algún ruido las fotos que subió el lunes a las redes sociales el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, donde se le ve con la exrectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara.
Hubo quienes dieron por hecho que era el destape de su candidatura al Senado por el frente opositor. Todavía no. Zambrano se limitó a decir: “Magnífica plática con la ex Rectora de la Universidad de Veracruz, Sara Ladrón de Guevara, con el propósito de sumar esfuerzos por el bien del país y detener ya la deriva autoritaria de AMLO y Morena”.
Detiene la designación a su favor el hecho de que en el PAN quieren imponer como candidata a la exdiputada local y federal Mariana Dunyaska García Rojas. Hay, pues, un estira y afloja.
En mi opinión, sumaría más votos Sara que Mariana y prácticamente en casi todos los campos del conocimiento la supera. Si participara y ganara Sara le daría lustre al Senado y buena imagen a Veracruz.
A ras de tierra, Álvarez Fontán busca candidatura
En el puerto de Veracruz, el exdirector (delegado) de la SICT, Ramón Álvarez Fontán, busca, con trabajo de base, a ras de tierra, en “territorio”, la candidatura de Morena a diputado local.
Sabe que la posición está muy competida, porque la quieren jóvenes, mujeres, discapacitados, representantes de la diversidad de género y hasta indígenas, pero no desmaya.
Recorre comunidades y colonias del distrito, con buena respuesta por parte del electorado. En sus mensajes incluye siempre a Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle. Y se mueve con sus propios recursos.