Xalapa huérfana y con subejercicio de 40 millones
Café de Mañana/
Por José Luis Enríquez Ambell.
Además de la responsabilidad de generar opciones de empleo e inversiones en su municipio, los alcaldes deben apoyarse en sus reprentantes populares gestionando recursos y promoviendo proyectos.
Hoy Xalapa, está huérfana de alcalde y diputados, ninguno de ellos se han parado por zonas populares que tanto necesitan de infraestructura, desde cuando realizaron campaña en sus respectivos procesos electorales.
En la actualidad, no han cambiado mucho las situaciones físicas de la periferia, aún prevalecen las mismas condiciones y la falta de infraestructura tal y como se reflejan en un video que realizaron estos personajes durante dichas campañas, el cual aún circula en redes sociales.
La capital del estado requiere de grandes obras y no obras “tan complejas y costosas como una ciclovía o la pérgola en el parque juarez”, entre otras.
La falta de experiencia administrativa, las improvisaciones, los rencores, la falta de emoción por servir y la nula capacidad técnica y administrativa de Hipólito Rodriguez Herrero y equipo de trabajo, arrebató a miles de familias la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida, la seguridad y la salud.
Basta ya de improvisaciones. Un Gobierno y sus servidores públicos deben “funcionar” y aplicar el presupuesto en obras de beneficio social.
Lamentablemente, se ha dado a conocer que el ayuntamiento de Xalapa regresará a la Federación 6 millones de pesos por la opacidad e incapacidad administrativa. Y
a punto de que concluya la administración de Hipólito Rodriguez, -la maldición xochimilca- se sabe “oficialmente”, que son casi 40 millones de pesos los que Xalapa ha regresado a la Federación, -más los que se acomulen-.
Es una perversidad no ejercer recursos autorizados para devolverlos y que se destinen a obras inviables y faraónicas de ya saben quien.
“No supieron, no pudieron y no quisieron trabajar por Xalapa”: es la vox populli en muchos sectores de la ciudad. Nos veremos en las urnas, señalan miles de xalapeños, ahí donde el ciudadano está frente a la boleta antes de votar.
¿Cuántas obras de impacto social pudieron ejecutarse con estos recursos?
No es lo mismo ser borracho que cantinero, reza el refrán.
¡ES CUANTO!