Sin aprobación no hay popularidad en política
DETRÁS DE LA NOTICIA/Alfredo Martínez de Aguilar.
* Guste o no, a sus detractores y adversarios políticos más que enemigos personales, el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa goza de innegable popularidad local y nacionalmente.
* A querer o no, guste o no, un factor determinante, definitivo y definitorio, en la creciente popularidad del Mandatario oaxaqueño, es el activismo de su esposa Ivette Morán de Murat.
Las controvertidas redes sociales son hoy, sin duda, el mayor canal de información y comunicación por su innegable inmediatez y penetración en la opinión pública local, nacional y global.
Inicialmente bendecidas por el gobierno de la 4T actualmente ya no lo son tanto porque no están sujetas a regulación, y muchas veces exhiben sin control abusos y corrupción gubernamental.
Tampoco hacen periodismo en estricto sentido porque muchas veces reproducen información inexacta o, incluso, falsa, al no ser debidamente verificada como lo hace el periodismo.
No obstante ello, al transparentar e informar muchas veces en tiempo real los sucesos que acontecen en el mundo, se les ha otorgado una licencia y se les considera periodismo ciudadano.
Por mensajes en las redes sociales nos hemos enterado que el Gobernador de Oaxaca Alejandro Murat Hinojosa ocupa el honroso sexto lugar como gobernador más aprobado en México.
Al mismo tiempo, Carlos Campos Riojas de Massive Caller destaca en los resultados de su encuesta mensual en las redes sociales que Oaxaca es el quinto estado más seguro para sus habitantes.
La empresa especializada en la realización de consultas de opinión pública, a través de encuestas telefónicas automáticas, precisa que su última encuesta fue elaborada el pasado 16 de febrero.
Al margen de filias y fobias, no deja de ser positivo que el Gobernador de Oaxaca Alejandro Murat Hinojosa obtenga un 48.7 por ciento de aprobación y/o aceptación entre sus gobernados.
Los cinco gobernadores con mayor aprobación que anteceden a Alejandro Murat son Mauricio Vidal Dosal de Yucatán, Miguel Ángel Riquelme Solís de Coahuila y Claudia Pavlovich de Sonora.
Los otros dos mandatarios estatales que anteceden con mayor aprobación al mandatario oaxaqueño son Diego Sinhue de Guanajuato y Carlos Joaquín González de Quintana Roo.
Después de Murat aparecen los gobernadores Juan Manuel Carreras de San Luis Potosí, Francisco Domínguez de Querétaro, Quirino Ordaz Coppel de Sinaloa y Jaime Bonilla de Baja California.
A partir de la premisa que lo que no se mide no se puede evaluar y, sobre todo, mejorar, en la evaluación de los gobiernos, resulta sumamente interesante saber sus niveles de aprobación.
Y este indicador es altamente positivo para conocer, a su vez, los niveles de aceptación o rechazo de los gobiernos evaluados, mediante consultas de opinión pública generalmente telefónicas.
Un elemento sustancial en la aprobación-aceptación y la desaprobación-rechazo en los procesos de evaluación de los gobiernos, es su popularidad, porque sin esta no hay aprobación y viceversa.
En este sentido, guste o no, a sus detractores y adversarios políticos más que enemigos personales, el Gobernador Alejandro Murat goza de innegable popularidad local y nacionalmente.
A querer o no, guste o no, un factor determinante, definitivo y definitorio, en la creciente popularidad del Mandatario oaxaqueño, es el activismo de su esposa Ivette Morán de Murat.
A la vista de todos está un día sí y otro también su incansable trabajo de asistencia social durante interminables recorridos en los municipios y comunidades de las ocho regiones del estado.
Como Presidenta Honoraria del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia DIF-Oaxaca, Ivette Morán de Murat, cumple cabalmente con los programas de asistencia social.
La mayor y mejor prueba objetiva de ello es la amistad, afecto y confianza, que le dispensa el Presidente Andrés Manuel López Obrador como su indiscutible Gobernador consentido.
Tampoco podemos pasar por alto las poderosas razones geopolíticas estratégicas del papel cada vez más protagónico global que juega Oaxaca en general y en particular el Istmo de Tehuantepec.
A ambos factores obedece el hecho que durante sus dos primeros años de gobierno, el Presidente Andrés Manuel López Obrador haya visitado Oaxaca en 21 ocasiones, como en ningún otro estado.
El Corredor Interoceánico es bien aceptado, a diferencia de las críticas a los controvertidos megaproyectos del aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.
López Obrador y Murat están conscientes que las obras del Corredor Interoceánico, especialmente la modernización de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, cambiarán el rostro de México.
Las obras del Programa de Desarrollo del Istmo en general y, particularmente la modernización del Ferrocarril y la ampliación del puerto de Salina Cruz, detonarán el desarrollo del sur-sureste.
@efektoaguila