Confrontados
Apuntes/Por Manuel Rosete Chávez.
“La impunidad no es eterna”
Yo
Está comprobado que la confrontación social no lleva a ningún lado que no sea a conflictos serios. Desde que la 4T con Andrés Manuel López Obrador asumió el poder presidencial, los perdedores que no se hacen a la idea de que les ganaron por mucho en las urnas, que una corriente social muy mayoritaria de mexicanos les dio una patada y los echó del poder, se han dado a la tarea de cuestionar permanentemente todo lo que el amloísmo hace.
El problema es que éste, en vez de concretarse a cumplir con las altas expectativas que despertó entre los 30 millones de mexicanos que votamos por él, pierde su tiempo respondiendo a las críticas mostrándose muy intolerantes con lo que echan leña a la lumbre para que los ánimos se incendien en perjuicio de la sociedad en su conjunto.
Un viejo pero sabio adagio dice: trabajo mata grilla, y es en la práctica completamente cierto. Con trabajo, ofreciendo buenos resultados, mejorando las condiciones de vida de todos los mexicanos, porque gobiernan a todos los mexicanos, aunque digan en el discurso que primero los pobres y vayan trotando sin su compañía.
Vivimos momentos muy graves, estamos en medio de una pandemia que a diario cobra muchas vidas y manda a cientos de mexicanos a los hospitales, unos se recuperan y otros no corren esa suerte; nos consta que el sector salud tiene muchas deficiencias, carencias sobre todo, y no falta quien salga por ahí con su espíritu generoso a coordinar esfuerzos de quienes quieran cooperar con los médicos, las enfermeras y todo el personal que dedica su vida a combatir el Covid-19.
Mientras eso ocurre, el gobierno se queja de que así le dejaron la estructura de salud los anteriores presidentes, cuando eso no importa, lo que cuenta es que se pongan a demostrar que tienen capacidad para salir adelante con el apoyo ciudadano y, como cada que nos ocurre una desgracia, a trabajar todos unidos sin que medien colores partidistas ni ideologías… primero México y punto.
Lo que le pasó al comediante Eugenio Derbez, debemos tomarlo como ejemplo para no dejarnos intimidar por la autoridad, él actuó de buena fe, leyendo la carta de un médico que le mandaron en la que se habla de las carencias de un Hospital del IMSSS y grabó un video en el que pidió el apoyo ciudadano para los trabajadores de ese hospital.
Y qué pasó… le salió una doctora, funcionaria del IMSSS, a decir que la información que había reproducido Eugenio mediante un video era supuestamente falsa, que el doctor que signaba la carta no existía y que todo era mentira.
Sin querer polemizar, Derbez solo dijo que él estaba en contacto con el resto de los trabajadores del hospital.
¿A quién le podemos creer, a un comediante que vive de hacer reír a la gente y le va muy bien, o a una funcionaria del actual gobierno de la 4T? Pues sí, no hay de otra, como dice el refranero, la credibilidad se construye todos los días.
El señor presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, debe hacer de lado esas poses que asume al burlarse en cadena nacional de sus adversarios políticos, no es la figura idónea para estar poniendo apodos ni humillando a quienes piensan distinto a él o simplemente que no están de acuerdo con sus decisiones. Es el presidente de una nación y como tal tiene la obligación de adoptar una postura seria ante los cuestionamientos y responder con resultados, no alentando permanentemente la confrontación social.
Unidos, los mexicanos volveremos a salir adelante. En unos meses, el coronavirus será un mal recuerdo y habrá infinidad de historias de actos de nobleza que contar, así como decenas de anécdotas de los héroes que luchan dentro de las clínicas y hospitales por vencer esa madre de pandemia… Dejen un ratito las redes sociales y hagan cosas de utilidad.
Se desploma Morena
La más reciente encuesta nacional que hizo el diario de circulación nacional El Financiero, correspondiente al mes de marzo, revela que el partido Morena ha bajado dramáticamente en las preferencias de los ciudadanos. Actualmente, Morena capta el 18 por ciento de las preferencias de los electores, 15 puntos menos que en enero pasado, cuando registró 33 por ciento, y 28 puntos menos que el nivel máximo de apoyo que alcanzó a tener durante los primeros meses del gobierno del presidente López Obrador, de 46 por ciento.
En la nota que dan a conocer los resultados de la mencionada encuesta, se comenta que a pesar de esta caída en las preferencias ciudadanas, el partido del Presidente se mantiene como primera fuerza, toda vez que los ciudadanos que han desertado de Morena no han trasladado su apoyo a ninguno de los otros partidos políticos y, más bien, se han volcado a las filas de quienes no votarían por ninguno o están indecisos, los cuales suman 59 por ciento.
La proporción de electores que no apoyan a ningún partido o que están indecisos creció de poco más de 30 por ciento en los primeros meses del gobierno de López Obrador, a poco más de 40 por ciento en la segunda mitad de 2019, y a 57 y 59 por ciento en febrero y marzo de este año. El alejamiento respecto a Morena es reciente.
Razones para que las cosas estén así hay muchas, para comenzar hay que considerar que la cúpula de ese partido no se termina de poner de acuerdo sobre quién debe dirigir a esa organización y, si vemos con frialdad el asunto, estructura no tiene, hay simpatizantes, pero operadores y una directiva sólida, representativa de quienes militan en ese partido aún no la tienen y la deben construir de inmediato porque la elección del 2021 está a la vuelta de la esquina.
David Páramo responde a Nahle
Para quienes desaprueban las críticas que lanzó David Páramo, encargado de la sección de economía en el noticiero de Ciro Gómez Leyva, contra la postura que mantuvo en la reunión de la OPEP Rocío Nahle, la secretaria de Energía del gobierno federal, en su columna “No tires tu dinero” que publica Excélsior, Páramo publicó: “La posición de México sobre el recorte de producción de la OPEP resulta francamente caótica y difícil de comprender desde el sentido común”.
“No existe lógica en aquellos, quienes tratan de vender como un éxito la posición intransigente de México, evadiendo que el gobierno tuvo que pedir protección (a quién sabe qué costo) a la administración de Donald Trump. Tradicionalmente, la izquierda está en contra de la intervención de Estados Unidos, ¿será acaso que la neoizquierda es tan entreguista como acusaban a los neoliberales?
“Desde el sentido común no existe un solo elemento que haga parecer razonable preferir mantener niveles de producción a precios menores, incluso, a los costos de producción porque la estrategia de Pemex es aumentar la producción. Sin detenerse en el análisis de lo equivocada que podría estar esa posición, no reconoce que la pandemia cambió radicalmente los paradigmas mundiales y todos los gobiernos deberían ajustarse.
“Parecería que se trata de una apuesta que tiene que integrarse con los recursos fiscales a favor del gobierno. Apostar a que si se mantiene la producción, o incluso se incrementa, habría recursos para financiar los programas de gasto. Dentro del propio gobierno hay quienes consideran que es momento de realizar ajustes en la estrategia. Entender que no se puede seguir el camino de la dependencia petrolera y que se debe suplir con el uso prudente de la deuda como herramienta para enfrentar la caída de los ingresos ante el paro económico derivado de la pandemia.
“Los propios precriterios de política económica plantean un aumento de la deuda hasta 52 puntos del PIB y tener un ligero déficit como parecería razonable. Esta posición que, incluso, ha sido expresada por miembros del gabinete en reuniones informales no ha tenido éxito porque el Presidente está convencido de que la deuda y el déficit son malos. Trata de romper con la tendencia de que la izquierda es poco responsable en el manejo de las finanzas públicas.
“A pesar de que hay una posición que definen como de segmentación de temas, consideran que la telenovela con la OPEP podría abrir el camino para reconocer que la ruta del petróleo es intransitable o que será un lastre para la recuperación y abrir otros horizontes que, incluso, contribuirían a una reconciliación con la iniciativa privad. El Padre del Análisis Superior cree que la clave está en que se entienda que el problema no es la deuda, sino el destino que se les da a los recursos. Si se dispendian los fondos es un error, si se usan para reactivar la economía es un gran acierto”.
REFLEXIÓN
No todo es necedad de la gente que sale a nuestras calles, es necesidad. Dicen que prefieren morir de Covid-19 que de hambre junto con sus familias. ¿No podría el gobierno intervenir, ayudarlos para que no sigan arriesgando la vida? Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx | formatosiete@gmail.com