Cuitláhuac y los reyes del chayote
“Curiosamente”, después de que en redes sociales se demostró (una vez más) que el candidato a la gubernatura de Veracruz por el Movimiento de Regeneración Nacional Cuitláhuac García Jiménez padece de una gravísima diarrea verbal, por su desliz del “bodoque de Andrés Manuel”, se dejaron venir una ola de embestidas contra ciertos comunicadores veracruzanos.
Su insulto más grande: “Los reyes del Chayote”.
Caray, así como al aspirante a la gubernatura y a la muy chafa imitación de Andrés Manuel López Obrador le falta creatividad y agudeza en sus ideas. Así también, con todo y la asesoría de Rocío Nahle les faltó “coco” para bautizar a quienes desde sus respectivas trincheras comunican, informan, ¿y porque no? exponen sus ideas en aras de una libertad de expresión que es usada no exclusivamente por los periodistas, si no por los más de 5.5 millones de electores jarochos salgan a votar o no el primero de julio próximo.
Ya que independientemente de profesiones, niveles de estudios, creencias religiosas y un largo etcétera, en las redes sociales todos nos terminando comportando como jueces y dueños absolutos de la verdad.
La neta.
Tanto en Facebook como en Twitter, los usuarios enlazados (los reales) terminamos siendo analistas políticos, fotógrafos, diseñadores de memes, community managers, y algunos hasta con tendencias de bots defendiendo a uno u otro candidato, provocando así una clara descomposición social que pudiera tener consecuencias fatales, ya que la violencia política que se vive en redes, está llegando a un punto de quiebre que pudiera trasladarse a la vida cotidiana.
Lo anterior puede ser de cuidado, ya que la delgada línea del respeto se encuentra notablemente infringida y más aún con los grupos radicales de una quimérica izquierda que a cada día de que se acerca la elección, endurecen más y más los ataques personales.
Nadie, ya sea periodista o ciudadano tiene la culpa de la diezmada capacidad intelectual del candidato por MORENA. Tampoco nadie tiene la culpa de que tal y como lo escribiera el rotativo “El Universal” Cuitláhuac a sus 50 años siga teniendo un comportamiento como adolecente, sin independizarse y viviendo con sus padres. Ni a nadie puede culpársele de que García Jiménez pretendió farolear con estudios de posgrados fantásticos en Alemania e Inglaterra, cuando apuradamente medio masca el español, y esto lo nota tanto el periodista del “chayo” como el ciudadano de a pie.
No obstante, la culpa si la tiene su partido por postularlo como candidato a Gobernador. Ellos y nadie más.
Se tiene que decir, aquí no podemos asegurar a los responsables de uno u otro ataque, pues lamentablemente quienes señalan, agreden y siembran tempestades desgraciadamente se encuentra cobijados bajo el cobarde anonimato de los perfiles falsos. Mientras quienes damos la cara y nos exponemos al escrutinio público de la sociedad, aquí estamos informando desde diversos medios y exponiendo nuestras opiniones muy personales en redes sociales, ya que antes que todo tenemos un derecho y una obligación como ciudadanos.
Del argot de los chayos se pueden decir muchas historias. Sin duda.
Y tal vez se puedan existir los convenios de difusión, pero tampoco la compra de conciencias.
Sin embargo, resulta potencialmente increíble que ahora algunos integrantes de la prensa, aquellos que se sienten cubiertos por el manto divino de la sabiduría, de la integridad moral y que defienden a capa y espada la libertad de expresión, denominen también a sus compañeros de trinchera como unos simples entregados chayoteros más.
Sería correcto que el gremio periodístico en vez de atacarse entre sí, busque una unificación para el fortalecimiento del mismo. Pero no, como en todos lados también aplican la máxima “divide y vencerás”.
@IvanKalderon
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